Una gran parte de los clientes que acuden a nosotros tienen un mismo denominador común: Tienen canales digitales de su negocio pero no obtienen resultados. Y además creen que los canales digitales realmente no les puede aportar nada.
Por suerte, acuden a nosotros, analizamos la situación real de su negocio, offline y online, y a partir de ahí, de lo que nos cuentan, de lo que analizamos por nuestra parte, de la situación del sector en el mercado digital, de las tendencias de los usuarios digitales y de los recursos que destinan al marketing digital, podemos abrirles los ojos de una realidad lejana a su idea de cómo hacer las cosas y de trabajar en base a sus objetivos.
En algunos casos les ponemos la cabeza patas arriba, en otros simplemente ponemos orden y disciplina, pero en el 100% de los casos siempre hay algo que falla y a lo que se puede poner solución. La clave es saber el qué, porqué y, sobre todo, querer hacer las cosas bien con el esfuerzo que eso conlleva para realmente sacar beneficios y que todo merezca la pena. El ecosistema del marketing digital es amplio: web, redes sociales, email marketing, blog, seo, sem, marketing de contenidos, analítica, estrategia, plan, monitorización, informes… y todo esto lleva su tiempo, necesita su reflexión, necesita su hoja de ruta, necesita coherencia, necesita acción y necesita medición de resultados para aprender a hacerlo cada vez mejor. ¿Acaso abrir un negocio offline es sencillo? ¿Porqué iba a serlo un negocio online?
Se cae muchas veces en el error de que tener redes sociales personales nos da conocimientos de cómo gestionar nuestro negocio en ellas y no tiene nada que ver. Las plataformas de redes sociales no son más que eso, plataformas. Al igual que quien sabe usar la herramienta de Photoshop no se convierte en diseñador gráfico, ya que desconoce toda la teoría del diseño gráfico, para qué aplicarlo, y cómo aprovecharse de esa herramienta para el fin último: lograr unos objetivos muy concretos para tu negocio y tener un plan.
No vale con tener, no vale con estar. Lo único que vale es controlar el porqué, el para qué, el cómo. Y para eso hay algo que es inherente a toda herramienta y es el tener un propósito muy claro y un plan para lograrlo. Una vez se tenga eso claro, no queda otra que ir a la acción, medir, y volver a valorar para tener el control de si lo que se está haciendo nos está dando los resultados que nos marcamos o no.
En ILUSIONAS podemos ayudarte con esto. Si tienes dudas o preguntas contacta con nosotros y te ayudaremos a tomar la mejor decisión para tu negocio.
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